¿Qué España quiere Vd.?

¿Qué España quiere Vd.?

Esto decidiremos el próximo 23 de julio.

Los socialistas nos erigimos como la formación hegemónica de la izquierda. Hemos demostrado la capacidad de gobernar a lo largo de nuestra historia democrática compartida. Con errores y aciertos. Y tan importante es asumir esos errores como lo es que los aciertos han sido mayores. Por ello nos presentamos a unas elecciones el 23 de julio con una carta de presentación casi impecable. Reconocer los errores es imprescindible. Fustigarse no.

1.273 días y 213 leyes aprobadas en las Cortes Generales que han transformado la vida de 48 millones de personas. Una actividad prolífica histórica. España ha progresado en derechos para la ciudadanía y en calidad de vida. Los datos de España son incontestables por mucho que algunos los quieran empañar. España ha crecido al ritmo de un 5,5% en los dos últimos años. La desigualdad se ha reducido.  Y todo ello a pesar de todos los avatares ocurridos.

El gobierno liderado por el secretario general socialista, Pedro Sánchez, ha resuelto con audacia y determinación retos inimaginables: una pandemia, un volcán, la Dana, las consecuencias económicas de la elevada inflación y tipos de interés derivada en la guerra de Putin y que afectan en el día a día de las familias. Pedro Sánchez ha llevado a cabo reformas transformadoras como las de pensiones y la laboral antagónicas a las del gobierno de la derecha en la crisis financiera del 2012.

Los socialistas no queremos que se nos haga la ola. Esto no va de medallas. Esto va, no sólo de mejorar la vida de la gente, que también, sino de salvar la vida de la gente. De salvar la vida de las empresas y sus trabajadores. De salvar la vida la actividad económica. La pandemia fue el ejemplo de manual socialdemócrata, otra forma de hacer política centrando a las personas en todas ellas.

España ha recuperado el liderazgo internacional después de los años aciagos del Partido Popular de Rajoy, que ni supo ni quiso entenderse con el resto del mundo. Y a fecha de hoy, esta derecha no dice que plantea para este país. Más allá de “derrotar al Sanchismo”, fórmula nada imaginativa del “váyase, señor González” de Aznar o el “Usted traiciona a los muertos y ha revigorizado a una ETA moribunda” de Rajoy a Zapatero, el Partido Popular no ofrece nada más.

¿Qué es derrotar el sanchismo? ¿Derogar la reforma de las pensiones avalada por Bruselas y de amplio apoyo de la sociedad civil? ¿Derogar la reforma laboral que ha permitido acabar con la lacra de nuestro mercado de trabajo como es la temporalidad y la parcialidad no querida? ¿No ejecutar los Fondos Europeos, 140.000 millones de euros que nos han permitido dar un vuelco a nuestra economía nacional, fortaleciendo a las empresas, avanzando hacia su modernización? Según la Comisión Europea, el uso de estos fondos del Mecanismo Europeo de Recuperación y Resiliencia podría sumar entre 3 y 3,5 puntos en seis años al Producto Interior Bruto.

No dicen, pero intuimos a que intereses sirven. Lo descubrimos con sus políticas de recorte en la crisis financiera. De hecho, hoy ya han anunciado que derogaran los impuestos que gravan los beneficios extraordinarios a los bancos. Y, desde luego no han dudado de asumir la agenda neofranquista de Vox. Toda una regresión democrática.

Visto el resultado del pasado de 28 de mayo, sería una total temeridad al alto nivel de abstención el próximo 23 de julio.

El pasado domingo, en el colegio electoral de La Farga, en L’Hospitalet, una señora venía ufana con el sobre en la mano y, dirigiéndose a mí, dijo: “vengo a ejercer mi derecho democrático que me permite decidir sobre el futuro de mi ciudad”.

Seguramente, muchas personas pensaron que el 28 de mayo no se jugaban nada como ciudadano o ciudadana. Falso: nos lo jugábamos todo. Tanto como demuestra la fuerte entrada de la ultraderecha “de las tres letras” en los ayuntamientos. Insisto: una regresión democrática total. Este partido ha venido a demoler lo que hemos construido entre todos. Y a ello el Partido Popular le da carta de naturaleza y se le suma a esa deriva neofranquista.

A la derecha, la de Feijóo y la de tres letras se les tendrá que explicar que la democracia española pasó página del franquismo y quedó plasmado en su artículo 1 de la Constitución: “España se constituye en un estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”. Clave de bóveda del régimen constitucional español.

Y eso sólo se les podrá explicar ejerciendo el derecho a voto el próximo 23 de julio.

Quizás nos toque a las formaciones políticas progresistas explicar con mayor énfasis qué significa y qué conlleva este precepto para la vida individual y colectiva de los españoles y españolas. Para la derecha es la NADA. Para los socialistas significa progreso, igualdad y justicia social.

El próximo 23 de julio se decide nuestro futuro inmediato. Se decide qué España queremos.

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